Repite con tu boca esta oración, con fe y esperanza en el obrar de Dios.
Padre Amado, en el Nombre de Jesucristo tu Hijo, vengo a ti en este momento. Te alabo, te glorifico, te doy gracias por este día y por tu gran amor sobre mi y sobre la humanidad.
Perdóname, he pecado sin quererlo, soy pecador de nacimiento, Adán me vendió al pecado, pero tu Hijo Jesucristo me compró a la gracia y al perdón divinos. Perdóname por mis pecados, me arrepiento de ellos, límpiame mi Dios con tu sangre preciosa. Te doy muchas gracias porque siento tu perdón y salvación de nuevo.
Bendito Dios y Padre Celestial, tu conoces mis necesidades mas íntimas, te pido en esta hora para que me des poder para vencer el pecado y la debilidad que me acechan. Fortaléceme con tu Espíritu Santo para vivir en victoria en Cristo Jesús.
Suple mis necesidades Padre. Y te doy muchísimas gracias porque así lo haces.
Te ruego para que bendigas a mi familia y familiares, con tu gracia y amor. Suple sus necesidades y deseos. Que puedan conocerte y acercarse a ti. Mis fuerzas para hablarles son débiles, dado que nadie es profeta en su propia tierra. Bendice sus vidas y tócales como me has tocado a mi oh Dios.
Y en el Nombre de Jesús de Nazareth, reprendo a todo espíritu que me lleva a la tentación y al pecado. Lo reprendo en esta hora y lo echo fuera de mi vida y mi familia. Llamo a la fuerza de Dios y a sus ángeles para que guarden mi vida y camino.
Echo fuera a las fuerzas del mal que me perjudican en el Nombre de Jesús.
Eterno Dios y Padre Celestial, tu palabra me promete poder para vencer el pecado y el mal. Lléname con tu Espíritu de poder, de amor y de dominio propio. Y yo te doy muchísimas gracias papá.
Te agradezco infinitamente, te exalto y engrandezco tu poderoso Nombre oh Dios, dado que me has oído y has estado conmigo en esta oración. Te amo mi Dios. Amén
(Lectura bíblica de algún capítulo de la Biblia, abrir la Biblia y buscar algo para leer, o dejar que el Espíritu Santo le dirija a algún pasaje en especial. Meditar sobre el mismo, aprender algún pasaje de memoria, dejar que Dios le hable a través de su palabra, tomar decisiones conforme a ella, y comenzar a practicarla).
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